A la fecha existen 7.273 especies de hongos reportados para Colombia, de los cuales al menos 411 tienen usos reconocidos. Actualmente, la mayoría se utilizan en la industria alimenticia, farmacéutica y en biotecnología, entre otros. Aunque Colombia es uno de los países con mayor biodiversidad del mundo, poco se conoce respecto a sus hongos cuya variedad se estima que esté alrededor de 300.000 especies, representando el 10 % de la diversidad mundial. Esta proyección implica un enorme potencial para el crecimiento verde del país (Plantas y Hongos Útiles de Colombia, 2021). Reconociendo el riesgo nutricional al que está expuesta la población, en particular aquella menor de 5 años, y sabiendo que esto de manera directa afecta la capacidad inmunológica de los individuos, es evidente la necesidad de desarrollar nuevos alimentos que suministren nutrientes y metabolitos para mantener y mejorar el estado de salud. Lo anterior, pone de manifiesto la necesidad y el interés de la población a nivel mundial por los productos derivados de plantas, hongos y microalgas, promoviendo la innovación en el desarrollo de productos en industrias como la alimentaria, la farmacéutica, la cosmética y la agrícola. En ese orden de ideas, se tiene también que las setas comestibles y medicinales han tomado auge como suplementos dietarios, especialmente en Estados Unidos, donde la comercialización de especies basidiomicetes y sus productos está en aumento, debido principalmente a los crecientes problemas de desbalance nutricional y a la tendencia mundial de una alimentación más natural y consciente. Por otro lado, el nuevo paradigma agroalimentario basado en productos y/o alimentos funcionales, ha generado un incremento en la demanda de productos naturales a partir de hongos, no solo como fuente de nuevos metabolitos activos para diversos blancos terapéuticos, sino también como alimentos o suplementos funcionales.
Conferencista:
Paola Andrea Zapata Ocampo, Docente, Coordinadora del Grupo de Investigación en Ciencias Farmacéuticas ICIF CES.